¿POLÍTICAS PÚBLICAS IDEOLÓGICAS?
GéneroEl gobierno de Milei, a través de su Ministerio de Justicia festejó la eliminación de políticas públicas a las que denomina ideológicas. Está concepción no trae nada nuevo al escenario actual, ya que este discurso es impulsado por una serie de actores organizados para hacer frente a las agendas feministas y LGBTI. La politización del cuerpo y de la sexualidad llevada adelante por estos movimientos, generó una renovada reacción conservadora, que vio en estas dimensiones una amenaza a sus ideas. Desde finales de los años 1970 los tradicionales sectores conservadores organizaron sus acciones ante el avance de las agendas feministas y LGBTIQ+. Ya desde la década del 90 el conservadurismo de fuerte raigambre cristiana hablaba de la perspectiva de género como un arma ideológica, comenzando a utilizar el término ideología de género en referencia a las políticas y teorías de género. Con el correr de las décadas estas construcciones fueron derivando en activismos al estilo de “con mis hijos no te metas”, creando una especie de enemigo: las feministas.
Los sectores que utilizan el concepto “ideología de género” asumen la existencia de una naturalidad biológica única basada en la idea de que solo existen dos cuerpos sexuados (hombre y mujer), una identidad específica asociada a cada uno (masculino y femenino) y un único tipo de deseo sexual natural (el heterosexual) creando así una falsa objetividad biologicista.
Lamentablemente aún hoy es necesario seguir explicando que las políticas públicas con perspectiva de género no son una ideología. El género, como categoría social, es una de las contribuciones teóricas más significativas del feminismo contemporáneo. Esta categoría analítica surgió para explicar las desigualdades entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en la noción de multiplicidad de identidades.
Como explica Susana Gamba: “La “perspectiva de género”, en referencia a los marcos teóricos adoptados para una investigación, capacitación o desarrollo de políticas o programas, implica:
a) reconocer las relaciones de poder que se dan entre los géneros, en general favorables a los varones como grupo social y discriminatorias para las mujeres;
b) que dichas relaciones han sido constituidas social e históricamente y son constitutivas de las personas;
c) que las mismas atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales, como las de clase, etnia, edad, preferencia sexual y religión”.(Gamba,S.: 2008) Luego de esta necesaria aclaración, volvemos a retomar la realidad que nos compete. Estamos frente a una nueva masacre, los últimos 13 programas que se habían implementado por el ex Ministerio de las Mujeres Géneros y Diversidades fueron recortados, al grito de " Eliminamos 13 programas ideológicos creados por el kirchnerismo, que eran financiados por todos los argentinos”.
Y si Milei, las buenas ideas surgieron a raíz de Gobiernos que estimularon las Políticas Públicas, siempre, estamos hablando que se habían implementado 47 programas con políticas de cuidados y este gobierno libertario las derogó, se fue deshaciendo de a poco, 24 políticas a inicios de su mandato, otras 16 estuvieron en peligro hasta que las desmantelaron y sólo se mantenían vigentes estas 13.
Entre estas 13, estaba el programa "MenstruAR" (proponía entregar copas menstruales a municipios de todo el país “para garantizar el acceso igualitario de las personas menstruantes a insumos de gestión menstrual") cuando actualmente UNICEF, sigue haciendo investigaciones donde advierten que falta acceso a productos de higiene menstrual, lo que deja por ejemplo fuera del sistema educativo a las niñas de bajos recursos durante los días que menstrúan, lo que no solo implica que pierden días de clase, sino quizá el único plato de comida que reciben en el día en el comedor escolar. Además, estaba el “Programa de apoyo para familiares de víctimas de violencia extrema por motivos de género” y el “Programa para el fortalecimiento del acceso a derechos de personas travestis, transexuales y transgénero”, la minoría más vulnerada en términos de derechos de todo tipo, con escaso acceso a políticas de educación y empleo. Porque aunque las leyes estén, eso no asegura que se implemente.
Eliminaron también el “Programa de promotores territoriales en violencia de género", rol sumamente importante ya que sabemos las dificultades que poseen las víctimas de violencia a la hora de denunciar y acceder a protección y justicia.
Eliminaron los “Dispositivos territoriales de protección integral de personas en contexto de violencia de género”, políticas fundamentales para el acompañamiento en los barrios más vulnerables de nuestro país. Seguir explicitando cada uno de los programas recortados se hace muy extenso, pero los invitamos a investigar la función y necesidad de cada uno de ellos.
Finalmente, lo único que queda disponible es la línea 144 que debería estar activa las 24 hs., 7 días a la semana, 365 días del año, que brinda apoyo, seguimiento y acompañamiento a personas que atraviesan una situación de violencia de género o para quienes quieren saber cómo ayudar a otra persona que está atravesando esa situación, ¿y sabías qué? También fueron parte del vaciamiento, les desvincularon a más de la mitad de trabajadoras y trabajadores en el 2024.
Si vamos a números, un estudio del INDEC informa que solo se dejarían de destinar $6.000 millones de pesos POR AÑO en estos programas. ¿Será muchísimo dinero para 13 Políticas Públicas de cuidado?, ¿No será peor el aumento a senadores de 8 millones de pesos por mes? Solamente nos preguntamos si estas personas que ya no tienen acceso pueden sobrevivir sin la presencia del Estado para satisfacer sus necesidades básicas, que los deja en la más mísera indigencia, mientras vemos como nuestro presidente despilfarra de manera absurda el dinero de nuestro hermoso País.