Como argentinas y argentinos, debemos resaltar que en esta oportunidad tenemos el desafío de levantar las banderas del feminismo ante un Estado que se encuentra no sólo de la vereda de enfrente de los trabajadores y las trabajadoras, sino que además pretende tirar por la borda grandes conquistas de los movimientos feministas, como la ley de paridad, la Ley Micaela y la Ley de los Mil días, corriendo el foco y desvirtuando los objetivos para los cuales fueron sancionadas.

A todas luces, se pretende suplantar el paradigma con el que abordar cuestiones vinculadas a los derechos de las mujeres y diversidades en el marco de una sociedad estructuralmente desigual por otro en el que no existen brechas de género, las mujeres son reconocidas sólo en tanto madres y víctimas, y así retroceder décadas y décadas de lucha.

En este marco, advertimos que la famosa “Ley Ómnibus” no pasó de largo las cuestiones que involucran al género. En ese proyecto, se redactaron una serie de normas en las que se intenta reducir a las mujeres, dejando afuera discusiones que deben darse, negando la perspectiva de género y suplantándola por una perspectiva familiarista.

Hoy más que nunca debemos decir “¡Alto, aquí estamos para reivindicar los derechos que hemos ganado!” y así evitar que el Ejecutivo borre del mapa político y social a las mujeres y las diversidades.

La libertad avanza, sí, avanza sobre nuestros puestos de trabajo, avanza sobre nuestros ingresos. Avanza como una topadora destruyendo derechos adquiridos y quitando identidades.

Por eso este 8M las mujeres, a lo largo y ancho del territorio, nos convocamos para decirle NO al DNU y pedirles a nuestros legisladores y legisladoras que voten en defensa de nuestros derechos y del futuro de la Patria. 

MUJERES TRABAJADORAS DEL CORREO OFICIAL DE LA R.A.