Según datos del INDEC, las brechas estructurales de género entre mujeres y varones se mantienen. A pesar de contar con niveles más altos de educación formal, las mujeres participan en menor medida en el mercado laboral y, cuando lo hacen, son más propensas a situaciones de carga horaria y desocupación. Un dato interesante que arroja el informe es que entre los 18 y los 24 años, las mujeres presentan una mayor tasa de asistencia al sistema educativo formal que los varones.

Con mayor presencia en sectores vinculados a los cuidados, tienen menores posibilidades de acceso a puestos de decisión y perciben ingresos más bajos. Las mujeres siguen asumiendo la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, y este es el principal obstáculo a su participación laboral plena.

En las edades centrales (30 - 64 años), 63 de cada 100 mujeres se encuentran empleadas. Entre los varones, la relación es 87 de cada 100. La tasa de desocupación de las mujeres es un 30% superior a la de los varones.

La tendencia del “techo de cristal”, sigue vigente en la Argentina. El porcentaje de varones en puestos de dirección y jefatura es un 75% superior al de las mujeres. El techo de cristal representa un obstáculo para el crecimiento y presencia de las mujeres en las organizaciones, por lo que es necesario que las empresas impulsen acciones para generar un cambio a favor de la igualdad de género.

Otra situación, donde se refleja la desigualdad en el mercado laboral es en la etapa de retiro: las mujeres en edad de jubilarse cuentan con menos años de aportes que sus pares varones y recurren a una moratoria en mayor proporción, como consecuencia, esto se refleja en menores haberes jubilatorios. Entre las mujeres aportantes de 59 años, casi la mitad tiene aportes derivados de casas particulares y monotributo, mientras que entre los varones de 64 años predominan los del sector privado en relación de dependencia.

El informe estadístico del INDEC no solo expone las brechas con los varones, sino también entre las propias mujeres: aquellas con mayores niveles educativos o mejor posicionadas en la estructura de los ingresos cuentan con mayores recursos para lograr su autonomía.

Desde la Comisión Especial de Igualdad de Género y Oportunidades queremos hacer llegar nuestro compromiso y trabajo constante para hacer visible la desigualdad continua e histórica que existe contra las mujeres. Luchamos y concientizamos, para erradicar desde lo inmediato éstos temas en nuestra empresa, y deseamos que repercuta en distintos niveles y cada vez haya menos discriminación.

 

Que nuestra voz, sea un aporte para poder avanzar sobre la eliminación de techo de cristal y suelo pegajoso, haciendo hincapié en la paridad de género y lograr el acceso a cargos de gestión.

Sigamos alzando la voz por más justicia social y menos mujeres precarizadas.