El pasado viernes 25 de noviembre en conmemoración al “Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexsuales, intersex, originarias y no binaries”, se realizó una multitudinaria marcha al Monumento a la Bandera. Con carteles, cánticos y el color violeta como protagonistas, las mujeres y disidencias reclamaron el cese de la violencia machista.
Un informe del Observatorio de las Violencias y Desigualdades por razones de género, del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe, reveló números escalofriantes de muertes violentas de mujeres y disidencias. De enero a noviembre de este año, se cometieron 22 femicidios y 44 mujeres fueron asesinadas en contexto de narcocriminalidad. Detrás de cada número, hay una historia, la vida de una mujer cis o disidente que fue arrebatada en manos de la violencia machista.
Es importante remarcar que cada 25 de noviembre las mujeres de todo el mundo salen a las calles para repudiar la violencia pero también, para reclamar que los distintos gobiernos tomen medidas de prevención justamente para evitar cifras como las de Argentina.
Interpeladas por esta fecha y éstos números desde la Comisión Especial de Género y Oportunidades de Secyt Rosario alzamos la voz y exigimos:
● Reforma Judicial Transfeminista Popular e Interseccional.
● Implementación de la ESI en todas las escuelas.
● Desmantelamiento de las Redes de Trata y aparición con vida de las víctimas.
● Ningún antiderecho en el Poder.
● CON VIDA, LIBRES, DESENDEUDADXS Y CUIDADXS NOS QUEREMOS.
#NiUnaMenos
No daremos ni un paso atrás y no claudicaremos en defender nuestras conquistas en un contexto mundial, regional y local en donde la derecha articula discursos de odio en contra de nuestros avances y derechos.
Como mujeres trabajadoras, sindicales y militantes, condenamos el intento de magnicidio contra la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dónde la gravedad del mencionado hecho es un ataque a la democracia Argentina que no vamos a dejar pasar por alto.
También condenamos los discursos de odio que desde algunos medios de comunicación los fomentan y replican generando así, una sociedad más violenta y dividida. Con el mismo énfasis condenamos la violencia económica que padecemos las mujeres en este marco de crisis mundial, post pandemia, debido a que siempre somos las primeras en padecerlo.
También la dificultad de acceder a lugares de toma de decisiones que por motivos de género se nos dificulta en nuestros lugares de trabajo y demás ámbitos dónde nos desempeñamos.
La falta de justicia y de fallos con perspectiva de género son también generadores de violencia contra nosotras.
Ni Una Menos fue la primera gran movilización por los derechos de las mujeres y la más transversal a la que se tenga memoria. Fue política y la conversación pública incluyó a varones, niñxs, adolescentes y disidencias. Sin embargo hoy nos encontramos frente a una reacción violenta contra los y las defensoras de derechos humanos, las mujeres con voz pública, las y los activistas feministas. Encuentros como el del viernes, son reparadores y nos recuerdan que no estamos solas. Juntas, Unidas y Organizadas.